El mantenimiento y reparación de calentadores es crucial para asegurar su funcionamiento eficiente y seguro. El mantenimiento incluye la inspección visual de conexiones y el estado general, limpieza regular del quemador y del intercambiador de calor, descalcificación, y verificación de que los conductos de ventilación estén libres de obstrucciones. Además, se deben realizar pruebas de funcionamiento para ajustar el termostato y asegurar que el encendido sea correcto, y verificar los dispositivos de seguridad como el termopar y las válvulas de seguridad. La reparación implica diagnosticar problemas como la falta de calor, ruidos extraños o fugas, y reemplazar componentes defectuosos como quemadores, termopares y válvulas. Después de las reparaciones, es esencial realizar pruebas para confirmar que el calentador funcione correctamente y con eficiencia. Realizar estas tareas regularmente prolonga la vida útil del calentador y previene fallos mayores.